jueves, 16 de marzo de 2017

Sobre héroes y tumbas - Ernesto Sabato

Sinopsis, Sobre héroes y tumbas:
Difícil describir esta novela en pocas palabras. Conoceremos varias historias entrelazadas, el denominador común son los descendientes de una familia de importancia histórica para la Argentina como lo fue la de Lavalle. Esta novela transcurrirá a través de distintas líneas de tiempo que se entrelazan uniendo hechos pasados y presentes. Con un final anunciado, personajes sumamente interesantes y de la mano de Martín, un joven atormentado que se enamora de una enigmática y oscura Alejandra, junto con los cuales deambularemos por el Buenos Aires en 1955. 


Sobre el autor:
Ernesto Sabato nació en Rojas, Provincia de Buenos Aires, Argentina en 1911. Fue doctor en ciencias físicas y matemáticas, aunque abandona esta disciplina para dedicarse a la escritura creando así obras que abarcan desde los ensayos a la novela. En sus últimos años se aleja de la escritura por problemas en su vista comenzando una producción artística en la pintura. Su personalidad y sus obras dejaron una huella imborrable en la cultura Argentina, no solo por el impacto y reconocimiento de sus obras, sino también por haber presidido entre el 84 y el 85, por solicitud del entonces presidente de dicho país Raúl Alfonsín, la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) con la cual se encargaría de investigar los crímenes de lesa humanidad sucedidos en la dictadura y que quedarían reunidos en el libro Nunca más. Además es el segundo Argentino, después de Jorge Luis Borges, en recibir el Premio Miguel de Cervantes, entre otras muchas premiaciones a lo largo de su longeva vida. Fallece en Buenos Aires en 2011. 

Los personajes:
Nuevamente el escritor recurre a contar el final en el comienzo de la historia, provocando que toda la importancia recaiga en como se llega a esos sucesos, lo importante es el transcurso y no el final. Si bien hay varios personajes a destacar y que además simbolizan aspectos propios de ese Buenos Aires de la época del 50 que se intenta retratar, todo girará alrededor de una familia históricamente importante en la Argentina que se encuentra venida a menos, olvidada y en bancarrota: Los Vidal Olmos, descendientes del histórico general Lavalle. En primer lugar conoceremos a Alejandra, misteriosa e intrigante, y luego a Fernando. Este conocimiento no será directo sino que será por medio de nuestros narradores, Martín hijo de un pintor fracasado que nunca ofició de padre, y de una madre con la que tuvo una relación marcada por el menosprecio y el odio hacia él. También conoceremos a Bruno cuyo amor no correspondido por Georgina lo ata a los Vidal Olmos, ahora a través de Alejandra, la hija de esta. 

Las grandes cuestiones: 
Esta novela deja un sello indeleble sobre el estilo "sabatiano", ya antes anunciado en "El túnel", nuevamente veremos como en el devenir de la historia por medio de personajes secundarios, pero enriquecedores para construir esta realidad porteña, se plantearán grandes cuestiones. 

Vemos a D`Arcangelo siempre más preocupado por el resultado de Boca Juniors que por cualquier otra cuestión referente a la Argentina. 

“Después de un rato, volvió su mirada hacia el mostrador y dijo: -Este domingo ha sido trágico. Perdimo como cretino, ganó San Lorenzo, ganaron lo millonario y hasta Tigre ganó ¿me queré decir a donde vamo a parar? Mantuvo la mirada en sus amigos como poniéndolos de testigos, luego volvió nuevamente su mirada hacia la calle y escarbándose los dientes, dijo: -Este paí ya no tiene arreglo.”

Un empresario como Molinari, profundamente clasicista y poco escrupuloso, aunque le guste mantener las apariencias colgando un cuadrito de Perón a pesar de no estar en absoluto de acuerdo con él y sus ideales de justicia social, un personaje que defenderá el matrimonio y la prostitución como bases para una sociedad ordenada en un mismo parlamento. 

"(...) En fin, para que seguir, el hombre es por naturaleza desigual y es inútil pretender fundar sociedades donde los hombres sean iguales. Además, observe que sería una gran injusticia: ¿por qué un hombre trabajador ha de recibir lo mismo que un haragán? ¿Y por qué un genio, un Edison, un Henry Ford debe ser tratado lo mismo que un infeliz que ha nacido para limpiar el piso de esta sala? ¿No le parece una injusticia?" 

No faltarán las cuestiones metafísicas más profundas, la ausencia de Dios, la soledad, la búsqueda por el significado de la vida, el pesimismo, el ser Argentino como algo difícil hasta de definir en esos turbulentos años en donde venía a terminar el primer peronismo y con acontecimientos de magnitud devastadora como el bombardeo de la Plaza de Mayo. 

“-Creo que la verdad está bien en las matemáticas, en la química, en la filosofía. No en la vida. En la vida es más importante la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza. Además ¿sabemos acaso lo que es la verdad?” 

El doble narrador:
Sabato utiliza este recurso en gran parte de la novela, todo lo que nos es narrado ya es tiempo pasado, como sucedía en El Túnel, comenzamos a conocer los hechos una vez estos ya han decantado en un final, cuya connotación en un primer momento es trágico. Sin embargo el cambio aquí, es que tenemos acceso a los hechos de una manera ambigua, si en una ficción común debemos dudar del narrador/personaje que nos cuenta los hechos debido a que todo a cuanto accedemos es una interpretación que él realiza desde su individualidad, es decir, es subjetivo. Aquí nos enteramos de los hechos por lo que Bruno nos cuenta habló con Martín. Eso implica subjetividad al cuadrado, ya que tenemos no solo la interpretación de Martín, sino además la interpretación que de este hace Bruno. 

El tiempo, presencia y superposición: 
Durante toda la novela vamos a notar que el pasado, presente y futuro están superpuestos. La narración se arma sobre estos tres tiempos que se explican entre si. Sabato no cree en repeticiones, sin embargo si cree en ciclos, en patrones, en conductas provocadas por llamados profundos de nuestra herencia que se re editan adaptándose a los contextos presentes. Fernando y Alejandra, ambos con las mismas características, son intrigantes, oscuros, misteriosos. Martín y Bruno, sufren tormentos parecidos producidos por el afán de encontrar el amor de la mano de personajes tan complejos como Alejandra o Georgina. También encuentro un paralelismo entre Martín y el ejercito de Lavalle, ambos emprenden éxodos en direcciones opuestas una vez derrotados, mientras que el primero se refugia en la patagonia, el segundo huye hacía el norte, Bolivia. Ambos llevan un muerto, Martín a Alejandra en su corazón y el ejercito el cuerpo en descomposición de Lavalle. 

“Y así nos es dado ver a muchos viejos como D`Arcángelo, que casi no hablan y todo el tiempo parecen mirar a lo lejos, cuando en realidad miran hacia dentro, hacia lo más profundo de su memoria. Porque la memoria es lo que resiste al tiempo y a sus poderes de destrucción, y es algo así como la forma que la eternidad puede asumir en ese incesante tránsito.” 

El informe sobre ciegos o oda a la locura:
Increíble capítulo en donde el relato toma un nivel alucinógeno que sorprende en el contexto de la novela inicial, nuestro protagonista aquí será Fernando y su afán por perseguir a una supuesta secta conformada por individuos ciegos con supuestos fines oscuros. Además en este capítulo se crea un nexo entre el protagonista de "El Tunel" Juan Pablo Castel, situando a ambas obras en un mismo universo "sabatiano". Para reforzar esta conexión se invoca nuevamente la imagen del túnel, aquella sensación que Juan Pablo describía de estar en un túnel solitario, de marcada connotación uterina, que muestra un complejo vínculo con la relación materna; aquí esta premisa es profundizada sin ningún tipo de restricción, Fernando hace un viaje uterino, vaginal, literalmente asiste a su propio parto hacia la locura, hacia su posterior muerte. 

"Era una comarca donde parecía celebrarse una sola y petrificada Ceremonia de la Muerte. Me sentí de pronto tan horrendamente solo que grité. Y mi grito, en aquel silencio mineral y fuera de la historia, resonó y pareció atravesar centurias y generaciones desaparecidas." 

Sabato y el optimismo: 
En el último capitulo Martín, pone en cuestionamiento su propia vida, su propia existencia y empieza una debacle hacia lugares sórdidos de su espíritu para hallar esa respuesta. Aquí se me escapó una lagrima, el nivel de empatía con Martín tiene un punto álgido ya que ¿quién no ha cuestionado su propia existencia?, ¿el devenir del mundo?, ¿el esfuerzo diario para llegar a ningún sitio que hace la humanidad? Y ante esa gran interrogante, no hay una alusión a una respuesta religiosa, ni científica, sino carnal o extremadamente realista: continuar por el futuro mismo. Detectamos claramente, sobre todo en comparación con "El túnel" una nota de optimismo inédito en Sabato, que se negó a quedarse en el lugar del desamparo y dejó entrar a la esperanza. 

Finalizando: 
Turbia, oscura, compleja, genial e intrigante, pasa directamente a el podio de mis mejores lecturas de este año (quizás de mi vida). Personalmente dudo que alguna otra cosa que lea la destrone. Hay muchísimas cosas que mencionar y que son intensamente interesantes pero que harían esta entrada interminable, como la crítica que hace hacia los movimientos anarquistas y sus pocos escrúpulos a la hora de proceder, cuestionamientos profundamente existencialistas y hasta una pequeña critica/ defensa de Borges tiene lugar entre sus páginas. Y quien sabe cuantas cosas se me escapan en esta primera lectura.


VERSIÓN AUDIOVISUAL

7 comentarios:

  1. Si me da el tiempo lo pienso leer el mes que viene, «El túnel» me encantó y también espero leer «Abaddón el exterminador», quedé re colgado con Sabato ^_^ De esta entrada solo leí la sinopsis y tu comentario final para evitar los spoilers; en cuanto lo lea voy a leer el resto de tu reseña para ver si coincidimos :)

    ¡Saludos!

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    1. Apa! ¿Te cambias de cuadro? ¿#TeamSabato? >=)
      !Yo espero leer Abaddón este año también! Por ahí coincidimos, aunque sos muy rápido para leer, con el proceso ya te veo terminandolo en una semana jajaja

      !Espero tu comentario después que lo leas, me alegro que te haya gustado El túnel!

      Saludos ;)

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    2. Es muy crá Sabato, tendría que leer más de él y de Borges como para decidir bien en qué cuadro me quedo xD
      Vamos a ver cómo está El proceso, me da un poco de miedo porque me dijeron que es un libro pesado D: no creo que lo termine en una semana ni a palos xD

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  2. Yo pensaba que El Túnel era un libro que te volaba la cabeza, pero por lo que dices, Sobre héroes y tumbas es mucho mejor. Dios, la soledad, la superposición pasado, presente y futuro... pues ya está, lo leeré próximamente. Además, el tiempo es uno de los temas favoritos de Borges y muero por hacer comparaciones (jaja). Excelente reseña!

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    1. Jajaja! Si, es más compleja que el túnel, es más ambiciosa.
      Espero que la leas y contrastamos opiniones, pero igual ya te veo que vas a cambiar de bando próximamente, vas a terminar siendo #TeamSabato ;)

      !Saludos, gracias por leer mi reseña, me alegro que te guste!

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  3. Cuando terminé de leerla, tuve la sensación de haber leído varios libros, reunidos en uno. El Informe sobre Ciegos (novela dentro de una novela), la muerte del general Lavalle y el escape de 175 hombres y una mujer con sus restos (relato histórico), el caos existencial de los habitantes del Buenos Aires de la década de 1920 a 1930, Alejandra y sus relaciones, Martín y su desolación; inclusive vi con mejores ojos"el túnel", relato que en mi primer acercamiento no me agrado. Estas diversas tragedias confluyen en un solo relato y la convierten en "novela completa" como muchos la llaman.

    "Porque felizmente (pensaba) el hombre no está solo hecho de desesperación sino de fe y esperanza; no solo de muerte sino también de anhelo de vida; tampoco únicamente de soledad sino de momentos de comunión y amor. Porque si prevalece la desesperación, todos nos dejaríamos morir o nos mataríamos, y eso no es de ninguna manera lo que sucede. Lo que demostraba, a su juicio, la poca importancia de la razón, ya que no es razonable mantener esperanzas en este mundo en que vivimos. Nuestra razón, nuestra inteligencia, constantemente nos están probando que este mundo es atroz, motivo por el cual la razón es aniquiladora y conduce al escepticismo, al cinismo y finalmente a la aniquilación. Pero, por suerte, el hombre no es casi nunca un ser razonable, y por eso la esperanza renace una y otra vez en medio de las calamidades. Y este mismo renacer de algo tan descabellado, tan sutil y entrañablemente descabellado, tan desprovisto de todo fundamento es la prueba de que el hombre no es un ser racional"

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    1. !Hola!
      Me pasó igual, creo que Sabato intentó abrazar la complejidad de la vida misma, en donde todo está tejido a través de nuestras relaciones con los demás y nosotros, a su vez, somos parte del tejido de la vida de otras personas. Muy ambiciosa.

      La frase que citas, me encantó, la subraye en el momento que la leí ;)

      Gracias por tu comentario.
      !Saludos!

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