miércoles, 13 de enero de 2021

Trilogía involuntaria - Mario Levrero

 









SOBRE EL AUTOR
Mario Levrero nace en Uruguay en el año 1940. Sus múltiples intereses lo llevaron a desempeñarse como fotógrafo,guionista de cómics, columnista, humorista, creador de crucigramas y profesor de un taller literario además de escritor.  Sus obras se inscriben mayoritariamente en la novela negra, destacando la trilogía involuntaria conformada por las obras: La ciudad (1970), Paris (1980) y El lugar (1982). Destaca muy especialmente su última obra de carácter póstuma La novela luminosa.
Levrero muere en el año 2004.









LA CIUDAD 
1970

La novela se caracteriza por la predominancia de lo absurdo y de lo onírico.

El personaje principal emprende un viaje hacia lo desconocido, en donde la fuerza de otras voluntades lo van alejando de su hogar, al cual recurrentemente trata de volver sin éxito. Además el mismo tiene una preocupación excesiva por el que dirán, por lo que pensarán de él, lo cual lo lleva a estar reprimiendo sus acciones mientras, que por otros momentos, da rienda suelta a obsesiones y fijaciones, que por lo general son de carácter erótico.
Otra cuestión interesante es el ambiente general de la novela marcadamente kafkiano. Mientras que este luchaba contra un Estado y un sistema de justicia absurdo y contradictorio; el personaje de Levrero se encuentra enredado entre las contradicción de la Empresa y su reglamento que es cumplido a raja tabla por Gimenéz.
Por último resalto el constante rechazo afectivo que recibe nuestro protagonista, el cual nunca logra alcanzar al objeto de su deseo: Ana. Siempre contradictoria, esquiva, inentendible.

En términos generales me pareció una novela digna de Levrero, del cual ya conocía su estilo por otros relatos cortos como el de "Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizo"; aunque en La ciudad la intención literaria es más dramática que cómica.












EL LUGAR
1982

¡Que novela!
Como continuación y segunda parte de Trilogía Involuntaria, cumple con mantener cierto registro pero ser algo diferente e interesante por sí misma, lo que no siempre sucede con las segundas partes.

Por un lado La ciudad se trataba de un viaje onírico, evidentemente influenciado por obras como las de "Pedro Páramo" de Juan Rulfo o "El Proceso" de Kafka; en "El lugar" el viaje que emprende es más metafórico. Es importante haber leído algún diario de Levrero para comprender que muchos sucesos que narra aquí (si bien ficcionados, alterados por la bruma pesadillesca y el absurdo), están basados en su propia vida. Es por esto que la novela permite esta doble lectura, como un viaje onírico o como una forma de contar su relación con los demás de manera metafórica: como vive la soledad, las ansias de estar en una relación pero al mismo tiempo no sentirse pleno en ella, añorar compañía de semejantes y no soportarlos. La depresión vista como este eterno pasaje entre habitaciones, la presión social de comportarse de determinada manera y unirse al rebaño, la imposibilidad de entenderse de manera plena con los demás que entrañan un misterio siempre irresoluto para nuestro protagonista. Levrero incluso re visita la metáfora de "El túnel" Sabatiano que venía a querer representar lo mismo: el aislamiento, la soledad y la incomprensión total del otro.

Podría seguir escarbando en significados e interpretaciones para las cosas que suceden aquí, pero se volvería una reseña titánica y siempre inconclusa, lo cual para mi es el valor máximo de ésta novela: su apertura para interpretarla según la consideración de cada lectora, por lo cual las lecturas son inagotables.

"Hay imágenes que permanecen en la memoria, que no deberían ser ensuciadas con nuevas versiones."

"Me sentía como habiendo dado los primeros pasos en la muerte; seguía vivo, pero muchas cosas habían muerto dentro de mi, sentía que todo lo que quedaba de mí era ese cuerpo moviéndose insensiblemente, y una vaga memoria, y una mente que se destruía a gran velocidad."

"¿Cómo explicar que no necesitaba más motivos que una noche de insomnio y de lucidez para quitarse la vida? Para quien está realmente vivo, la vida se vuelve a veces muy difícil, puede llegar a ser intolerable, sin necesidad de motivaciones especiales."

"Si, ahora veo que siempre me moví entre extraños, sin amarlos; y que yo mismo soy un extraño para mí. Tan ajeno como esta ciudad, como esta casa, como aquella otra ciudad y sus selvas y túneles. El extraño soy yo."





PARIS
1980

Estoy leyendo la Trilogía Involuntaria "del tirón", por lo que las comparaciones son inevitables. En relación a las novelas anteriores esta es la más floja. Incluso comparándola con algunas de sus otras novelas cortas como "Nick Carter se divierte mientras el lector es asesinado y yo agonizó". 

Es una novela que le cuesta aportar elementos nuevos a lo ya propuesto anteriormente y que hace mayor uso del absurdo, pero llegando a lo bizarro sin sumar demasiado.

El universo aquí planteado es mucho más escueto que en novelas anteriores y con tendencias repetitivas, por ejemplo la carga más importante vuelve a estar en lo obsesivo, en lo paranoide, en las fijaciones sexuales o en lo pesadillesco. Ya no se siente fresco al haberlo leído mejor explotado anteriormente.

Lo más negativo fue que me aburrió, apure la lectura y deseaba el final, por si despuntaba en algún momento, cosa que no sucedió.






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